lunes, 25 de abril de 2011

La Felicidad Mamerta

En estos días de reflexión y austeridad me encontré con algunos sobrinos que debido a que no les falta nada en casa y siempre han tenido visa y su paseito a USA cada año a Disneyworld, se les alborota el socialismo que Colombia necesita para acabar con la pobreza y la indigencia, de paso acabando con la corrupción y los corruptos que son los causantes de nuestros problemas.

Todos sin excepción cuestionan los ocho años de Uribe y se quejan de que en Colombia estamos viviendo una era donde el expresidente tiene más influencia que Juan Manuel Santos, de hecho le acomodan una crisis mediática a las FFMM, que dista muchísimo de ser real, pero que algunos sectores de izquierda les encantaría que sucediera.

La salida del General Gustavo Matamoros Camacho Jefe de Estado Mayor Conjunto de las FFMM sería la razón para que se les apareciera la virgen a los que añoran un ejército y unas FFMM subyugadas por una izquierda obsoleta y resentida en busca de culpables a los problemas políticos del país.

Juan Manuel Santos tiene en sus manos un reto importante, para el cual tiene más experiencia que cualquiera, lo importante es saber si la tecnocracia que hasta ahora ha usado será la metodología que usará en solucionar el impasse.

Colombia es una democracia con instituciones fuertes y bien establecidas, los Generales de la cúpula militar de hoy fueron cadetes en los años 70s, donde recibieron de primera mano ejemplos únicos de la responsabilidad de las fuerzas militares en un Estado de Derecho.

Paradójicamente, algunos sectores liberales e individuos que fueron subversivos o quisieron serlo y no se atrevieron son los que más gozarían de un resquebrajamiento en la mística militar que sobrepone a la patria sobre toda ambición personal.

En alta gerencia los problemas se resolvían con el sistema PDCA (Planear, Hacer, Chequear y Actuar) del Dr Deming, pero desde hace 20 años entramos en un ciclo de pensamiento esbelto que permite detectar problemas antes de que sucedan, algo así como identificar los síntomas de una enfermedad antes de que esta sea grave.

La cúpula tan vitoreada hace 9 meses cuando se anunció, traía aparentemente una serie de debilidades que hoy se rompen por el hilo más delgado, el puesto de JEM de las FFMM. Estoy seguro que el problema principal no es de orden militar, el falso argumento de que un Almirante no sabe comandar Generales o viceversa es simplemente una falacia. Desde el último año de Mayor estos hombres dejan la teoría táctica, para adentrarse en la estrategia, en otras palabras la misión empieza a ampliarse en una visión corporativa. Para esta cúpula su último año de Mayor fué 1990 o antes.

Cuando llegan a Tenientes Coroneles y reciben su primer batallón deben elaborar unas políticas de comando, estableciendo una visión para su unidad, que obviamente debe ir ceñida a la de la Brigada y ésta a la de la División y ésta a la de la fuerza y cada fuerza basa lo suyo en un plan estratégico bajo el Comandante General que recibe sus lineamientos del Ministro y del Presidente. En esta cadena de responsabilidades es donde hay una falla estructural que no existía cuando fueron nombrados a los cargos de hoy.

El General Padilla dejó un plan estratégico establecido, elaborado en su mayor parte cuando era JEM de las FFMM, puesto que tenía Matamoros hasta la semana pasada. Y digo que Padilla elaboró ese plan cuando era el número dos, porque requería inmenso trabajo que no hubiera podido hacer como Cdte General y para el cual recibió amplia colaboración del Departamento de Defensa de los EEUU y de sus institutos de soporte como los Colegios de Guerra de Ejército, Armada, Fuerza Aérea, Infantería Marina americanos, el Instituto de Estudios Estratégicos, el Comando Sur de USA y otros no menos importantes.

La guía de planeamiento estratégico puede ser consultada en este enlace http://j.mp/e12W9d, un somero preámbulo puede ser visto en http://j.mp/i5AlzJ presentación del Almirante David Moreno JEM de las FFMM en la época.

La falla principal es política y no militar, aunque una deficiencia en la primera conlleva a una falla en la segunda. Mientras que una falla en la segunda conlleva a conflictos políticos fácilmente manejables para un buen gerente.

Tenemos confianza total en los altos mandos y aquellos que estarían felices de gozar de una insubordinación masiva están diametralmente equivocados, estas FFMM de hoy son profesionales y dedicadas a la protección del Estado de Derecho y preservación de las instituciones democráticas.

Así que tanto el Presidente Santos con sus Ministros de Defensa e Interior debe decidir si el plan estratégico actual debe ser reorientado o rediseñado, para que pueda ser implementado con eficiencia y eficacia, nadie duda de su efectividad.